A lo largo de mí casi recién estrenada carrera como escritora, he ido desarrollando una especie de manual compuesto por los pasos a seguir por un escritor antes de publicar. En realidad han sido dos, porque me he cubierto las piernas de barro intentando encontrar los mejores caminos hacia la publicación por cuenta propia y ajena.
Al contrario de Sedna, aunque ella también cayó en este mundo por casualidad y decidió seguir formándose en él para mejorar como profesional, yo no tenía ninguna preparación previa antes de lanzarme a escribir. Como comienzan muchos escritores, simplemente empecé escribiendo, y al poco fui exigiéndome algo más e intenté aprender para mejorar. Pero coincidiréis conmigo en que este proceso, la creación más pura, es realmente absorbente. Lo disfrutas y siempre quieres más. No puedes esperar a volver a casa y aporrear las teclas. Tal vez haya momentos en los que la escritura se complique un poco más y tengamos que obligarnos a terminar ciertos párrafos. Sin embargo, si te gusta escribir, la creación de tu historia, será lo más interesante a pesar de ser el más largo.
El problema es que este es solamente el primer paso. Después tendrás que corregir, y corregir bien (si quieres tener éxito autopublicándote o llamando la atención e alguna editorial, debes tener un material bien trabajado. Las cosas trabajadas se notan, podéis creerme...), y después decidir su futuro. Para ese segundo paso tenemos aquí a la correctora profesional que nos va a enseñar todos los trucos, pero del siguiente, de ese futuro tan incierto, seré yo quién os dé unas pautas desarrolladas por la experiencia que espero que os resulten tan útiles como para mí lo fueron.
Al contrario de Sedna, aunque ella también cayó en este mundo por casualidad y decidió seguir formándose en él para mejorar como profesional, yo no tenía ninguna preparación previa antes de lanzarme a escribir. Como comienzan muchos escritores, simplemente empecé escribiendo, y al poco fui exigiéndome algo más e intenté aprender para mejorar. Pero coincidiréis conmigo en que este proceso, la creación más pura, es realmente absorbente. Lo disfrutas y siempre quieres más. No puedes esperar a volver a casa y aporrear las teclas. Tal vez haya momentos en los que la escritura se complique un poco más y tengamos que obligarnos a terminar ciertos párrafos. Sin embargo, si te gusta escribir, la creación de tu historia, será lo más interesante a pesar de ser el más largo.
Así es como imagino a directores de ciertas editoriales... ¡Haz que tu manuscrito destaque! |
Típicos tropiezos con un manuscrito
Aunque os parezca irrisorio, antes de terminar la novela, más o menos en su ecuador, me planteé enviar la propuesta a alguna editorial haciendo hincapié en que aún no estaba terminada. Ese es el error 0 del que quiero que toméis mal ejemplo. Lo primero, primerísimo, es tener terminado el manuscrito. Quitando casos como J.K.Rowling o George R. R. Martin, es casi imposible que ninguna editorial decente (entiéndase decente como una editorial cualquiera que haga su trabajo) se plantee publicar un manuscrito por terminar.
Una vez que terminé el manuscrito, al mismo tiempo que lo corregía con un lector de confianza, me puse a hacer un pequeño estudio editorial. No le dediqué mucho tiempo, googleé “editoriales juvenil y editoriales nuevos autores” y me hice un listado. Seleccioné tres que entendí como viables y me puse a imprimir tres manuscritos. Ñiiiiii, Ñiiiii, Ñiiiiii... La impresora echaba humo solo con el primero, así que me fui a hacer cuatro copias más. Una para mí, una para el registro de propiedad intelectual y tres para esas tres editoriales.
En conclusión, siguientes errores: No dedicar tiempo a la búsqueda de editorial, no contrar opiniones de autores y lectores de las mismas, no informarme de sus procesos de selección. ¿Cuál fue la consecuencia? Gastarme un dineral que no tenía en la impresión de manuscritos (a los que, podéis creerme, les sobraban mucho contenido en ese primer intento). Os estoy hablando, más o menos, de unos 300€ entre fotocopias, gastos de envío y registro en propiedad intelectual.
Y, por último, el peor error fue confiarle Orquídea Blanca a la la primera editorial que me dio un sí por respuesta a las pocas semanas. Me sentí la reina del mundo por un tiempo hasta que fui descubriendo el interlineado del contrato. Nunca me mintieron en cuanto a la no corrección editorial ni a los 100 ejemplares que debía vender en la presentación para que ellos me publicasen, pero sí me mintieron en cuanto a distribución (el libro no llegaba a dónde era solicitado), en cuanto a ejemplares vendidos (que más tarde se pudieron rectificar) y en cuanto a promoción.
En conclusión, siguientes errores: No dedicar tiempo a la búsqueda de editorial, no contrar opiniones de autores y lectores de las mismas, no informarme de sus procesos de selección. ¿Cuál fue la consecuencia? Gastarme un dineral que no tenía en la impresión de manuscritos (a los que, podéis creerme, les sobraban mucho contenido en ese primer intento). Os estoy hablando, más o menos, de unos 300€ entre fotocopias, gastos de envío y registro en propiedad intelectual.
Y, por último, el peor error fue confiarle Orquídea Blanca a la la primera editorial que me dio un sí por respuesta a las pocas semanas. Me sentí la reina del mundo por un tiempo hasta que fui descubriendo el interlineado del contrato. Nunca me mintieron en cuanto a la no corrección editorial ni a los 100 ejemplares que debía vender en la presentación para que ellos me publicasen, pero sí me mintieron en cuanto a distribución (el libro no llegaba a dónde era solicitado), en cuanto a ejemplares vendidos (que más tarde se pudieron rectificar) y en cuanto a promoción.
La Orquídea Blanca tuvo un éxito muy, pero que muy, moderado. ¿De quién es la culpa? Mía y tan solo mía. Y no lo digo en plan victimista ni es un rollo de autocastigo, es puro aprendizaje. Era más joven, más soñadora (de esas que ni tocan el suelo, vaya), y me creía mucho más chachi de lo que era. Pensaba, si me quieren publicar es porque realmente lo valgo, así como las de L´oreal. Pero como algunas cosas en esta vida, hay que aprenderlas al tropezarse. La diferencia es tener la fuerza de levantarse para seguir andando y, si eres un escritor que quiere luchar por los sueños, lo seguirás haciendo, como otros tantos y yo lo hicimos.
Así pues, rompí mi contrato editorial y…
¿Ahora qué? ¿Quién iba a querer publicar una obra magullada por otros?
Fuente |
Con mi segundo libro Entre Cuentos de Hadas tomé la decisión de buscar editorial. Quería que formase parte de una en cuyo catálogo encajase, así que cuando terminé de corregirlo, me puse manos a la obra. No cometí ninguno de los errores anteriores y la inversión esta vez fue tan mínima como echarle tiempo y ganas: La elaboración de una propuesta y mucha paciencia. Tan solo lo envié a una editorial, a la que yo creía que podía encajar, y recibí un sí por respuesta tres meses más tarde.
Si decides iniciar el camino de la autoedición, desde ya te adelanto que hacerlo bien no va a ser fácil. Tendrás que comprometerte a analizar tu manuscrito como si fueses el dueño de una editorial que solo piensa en venderlo. Tendrás que ponerlo en manos de profesionales y tendrás que aprender a manejarte con conceptos como Depósito Legal, ISBN… Y estudiar las opciones de muchas plataformas. En este blog, de ahora en adelante, te esquematizaré este proceso y te daré las pautas necesarias para que sepas hacer estas gestiones sin necesidad de gastar más de lo necesario. Eso sí, si quieres hacerlo bien –porque también puedes ahorrar aquí, pero el resultado no tendrá la misma calidad- habrá que hacer una inversión económica potente (corrección, impresión o plataformas de autopublicación, registro en propiedad intelectual…).
Si decides publicar con alguna editorial, te recomiendo que no te pierdas los tutoriales que van por esta línea. Buscar y encontrar la editorial apropiada es una tarea ardua y a veces bastante aburrida. Muchos autores confían sus manuscritos a agentes que se encargan de este proceso, es una opción muy interesante que estudiaremos más adelante, pero los agentes también tienen que comer y este servicio cuesta un dinero (por adelantado en pago a servicios de valoración o bien llevándose parte de tu porcentaje una vez hayas publicado). Pero aquí pienso daros las pautas para que os convirtáis en los propios agentes de vuestra obra.
¿Qué os ha parecido?
¿Vosotros ya habéis empezado a trabajar en vuestro manuscrito?
Yo me he puesto ya con una nueva novela y sigo puliendo la anterior. Trataré de tener presentes todos tus consejos. Creo que es muy importante no mandar las novelas a lo loco, sino saber encontrar a aquellas que puedan estar interesadas.
ResponderEliminarPor cierto, me encanta el blog * . * últimamente he estado muy liada y no he podido comentar, pero he ido leyendo todas las entradas.
Un beso.
Si sabes que no hay que enviar novelas a lo loco, ya vas mucho más adelantada que yo en su momento jejeje. Creía que las editoriales estaban para eso, no solo para recibir novelas sino también para recibir propuestas de otras historias sin más... Un error muy grave.
EliminarGracias por dejar tu huella, Ana. Nos ha alegrado un montón saber que te gusta este espacio para escritores.
Besos :)
Genial artículo, cuántos dolores de cabeza me habría ahorrado si hubiese encontrado consejos tan buenos cuando empecé en esto de publicar.
ResponderEliminarEso es justo lo que pensé al crear este blog con Sedna. Seguro que tú también tuviste que pasar los días buscando información e intentando entender cosas que en un principio sonaban a otro idioma (tal vez no a chino, pero a noruego, fijo).
EliminarBienvenida a Eterno Retorno, Laura. Gracias por comentar ^^