febrero 05, 2014

El trabajo de los manuscritos: Antes de publicar.

A lo largo de mí casi recién estrenada carrera como escritora, he ido desarrollando una especie de manual compuesto por los pasos a seguir por un escritor antes de publicar. En realidad han sido dos, porque me he cubierto las piernas de barro intentando encontrar los mejores caminos hacia la publicación por cuenta propia y ajena.

Al contrario de Sedna, aunque ella también cayó en este mundo por casualidad y decidió seguir formándose en él para mejorar como profesional, yo no tenía ninguna preparación previa antes de lanzarme a escribir. Como comienzan muchos escritores, simplemente empecé escribiendo, y al poco fui exigiéndome algo más e intenté aprender para mejorar. Pero coincidiréis conmigo en que este proceso, la creación más pura, es realmente absorbente. Lo disfrutas y siempre quieres más. No puedes esperar a volver a casa y aporrear las teclas. Tal vez haya momentos en los que la escritura se complique un poco más y tengamos que obligarnos a terminar ciertos párrafos. Sin embargo, si te gusta escribir, la creación de tu historia, será lo más interesante a pesar de ser el más largo.

Así es como imagino a directores de ciertas editoriales...
¡Haz que tu manuscrito destaque!
El problema es que este es solamente el primer paso. Después tendrás que corregir, y corregir bien (si quieres tener éxito autopublicándote o llamando la atención e alguna editorial, debes tener un material bien trabajado. Las cosas trabajadas se notan, podéis creerme...), y después decidir su futuro. Para ese segundo paso tenemos aquí a la correctora profesional que nos va a enseñar todos los trucos, pero del siguiente, de ese futuro tan incierto, seré yo quién os dé unas pautas desarrolladas por la experiencia que espero que os resulten tan útiles como para mí lo fueron.




Típicos tropiezos con un manuscrito


Aunque os parezca irrisorio, antes de terminar la novela, más o menos en su ecuador, me planteé enviar la propuesta a alguna editorial haciendo hincapié en que aún no estaba terminada. Ese es el error 0 del que quiero que toméis mal ejemplo. Lo primero, primerísimo, es tener terminado el manuscrito. Quitando casos como J.K.Rowling o George R. R. Martin, es casi imposible que ninguna editorial decente (entiéndase decente como una editorial cualquiera que haga su trabajo) se plantee publicar un manuscrito por terminar.

Una vez que terminé el manuscrito, al mismo tiempo que lo corregía con un lector de confianza, me puse a hacer un pequeño estudio editorial. No le dediqué mucho tiempo, googleé “editoriales juvenil y editoriales nuevos autores”  y me hice un listado. Seleccioné tres que entendí como viables y me puse a imprimir tres manuscritos. Ñiiiiii, Ñiiiii, Ñiiiiii... La impresora echaba humo solo con el primero, así que me fui a hacer cuatro copias más. Una para mí, una para el registro de propiedad intelectual y tres para esas tres editoriales.

En conclusión, siguientes errores: No dedicar tiempo a la búsqueda de editorial, no contrar opiniones de autores y lectores de las mismas, no informarme de sus procesos de selección. ¿Cuál fue la consecuencia? Gastarme un dineral que no tenía en la impresión de manuscritos (a los que, podéis creerme, les sobraban mucho contenido en ese primer intento). Os estoy hablando, más o menos, de unos 300€ entre fotocopias, gastos de envío y registro en propiedad intelectual.

Y, por último, el peor error fue confiarle Orquídea Blanca a la  la primera editorial que me dio un sí por respuesta a las pocas semanas. Me sentí la reina del mundo por un tiempo hasta que fui descubriendo el interlineado del contrato. Nunca me mintieron en cuanto a la no corrección editorial ni a los 100 ejemplares que debía vender en la presentación para que ellos me publicasen, pero sí me mintieron en cuanto a distribución (el libro no llegaba a dónde era solicitado), en cuanto a ejemplares vendidos (que más tarde se pudieron rectificar) y en cuanto a promoción.

La Orquídea Blanca tuvo un éxito muy, pero que muy, moderado. ¿De quién es la culpa? Mía y tan solo mía. Y no lo digo en plan victimista ni es un rollo de autocastigo, es puro aprendizaje. Era más joven, más soñadora (de esas que ni tocan el suelo, vaya), y me creía mucho más chachi de lo que era. Pensaba, si me quieren publicar es porque realmente lo valgo, así como las de L´oreal.  Pero como algunas cosas en esta vida, hay que aprenderlas al tropezarse. La diferencia es tener la fuerza de levantarse para seguir andando y, si eres un escritor que quiere luchar por los sueños, lo seguirás haciendo, como otros tantos y yo lo hicimos.

Así pues, rompí mi contrato editorial y… 

¿Ahora qué? ¿Quién iba a querer publicar una obra magullada   por  otros? 



Fuente
Pues yo. Claro que sí. No fue fácil  tomar esa  decisión, pero en cuanto lo hice me impliqué al máximo y decidí terminar con lo que había empezado. Una vez que empiezas un proyecto personal no debes echarte atrás, a  menos que sea para tomar  carrerilla. Cuando te comprometes a algo contigo  mismo tienes que hacerlo, sí o sí,  aunque no tengas ni idea de dónde te estás  metiendo. Será  una experiencia enriquecedora, aprenderás  a desaprender para aprender de nuevo, pasarás de sentirte inútil a experto y todo eso, desde un punto de vista de desarrollo personal, no tiene precio.

Con mi segundo libro Entre Cuentos de  Hadas tomé la decisión de buscar editorial. Quería que formase  parte de una  en cuyo catálogo encajase,  así que cuando terminé  de corregirlo, me puse manos a  la  obra.  No  cometí ninguno de los errores anteriores y la inversión esta vez fue tan mínima como echarle tiempo y ganas: La  elaboración de  una propuesta  y mucha paciencia. Tan solo lo envié  a una editorial, a la que yo creía que podía encajar, y recibí un sí  por respuesta tres meses más tarde.


  Si decides iniciar el camino de la  autoedición, desde ya te adelanto que hacerlo bien no va a ser fácil. Tendrás  que comprometerte a analizar tu manuscrito como si fueses el dueño de una editorial que solo piensa en venderlo. Tendrás que ponerlo en manos de profesionales y tendrás  que aprender a manejarte con conceptos como Depósito Legal, ISBN… Y estudiar las opciones de muchas plataformas. En este blog, de ahora en adelante, te esquematizaré este  proceso y te daré las  pautas necesarias para que sepas hacer  estas gestiones sin necesidad de gastar más  de  lo necesario.  Eso sí, si quieres hacerlo bien –porque también  puedes ahorrar aquí,  pero el resultado no tendrá  la misma  calidad- habrá  que hacer una inversión económica  potente (corrección,  impresión o plataformas de autopublicación, registro en propiedad intelectual…). 
Si decides publicar con alguna editorial, te recomiendo que no te pierdas los tutoriales que van por esta  línea. Buscar y encontrar la editorial apropiada es una tarea ardua y a veces  bastante aburrida. Muchos autores confían sus manuscritos a agentes que se encargan de este proceso, es una opción muy interesante que estudiaremos más adelante, pero los agentes también tienen que comer y este servicio cuesta un dinero (por adelantado en pago a servicios de valoración o bien llevándose parte de tu porcentaje una vez hayas publicado). Pero aquí pienso daros las pautas para que os convirtáis en los propios agentes de vuestra obra. 

¿Qué os ha parecido? 
¿Vosotros ya habéis empezado a trabajar en vuestro manuscrito?

4 comentarios:

  1. Yo me he puesto ya con una nueva novela y sigo puliendo la anterior. Trataré de tener presentes todos tus consejos. Creo que es muy importante no mandar las novelas a lo loco, sino saber encontrar a aquellas que puedan estar interesadas.

    Por cierto, me encanta el blog * . * últimamente he estado muy liada y no he podido comentar, pero he ido leyendo todas las entradas.

    Un beso.

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    1. Si sabes que no hay que enviar novelas a lo loco, ya vas mucho más adelantada que yo en su momento jejeje. Creía que las editoriales estaban para eso, no solo para recibir novelas sino también para recibir propuestas de otras historias sin más... Un error muy grave.

      Gracias por dejar tu huella, Ana. Nos ha alegrado un montón saber que te gusta este espacio para escritores.

      Besos :)

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  2. Genial artículo, cuántos dolores de cabeza me habría ahorrado si hubiese encontrado consejos tan buenos cuando empecé en esto de publicar.

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    1. Eso es justo lo que pensé al crear este blog con Sedna. Seguro que tú también tuviste que pasar los días buscando información e intentando entender cosas que en un principio sonaban a otro idioma (tal vez no a chino, pero a noruego, fijo).

      Bienvenida a Eterno Retorno, Laura. Gracias por comentar ^^

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