marzo 19, 2014

LA RAYA EN LOS DIÁLOGOS

Esta semana seguimos con la raya y otro de sus usos que necesita conocer toda buena escritora o escritor: la raya en los diálogos.
La raya es el signo que realmente introduce la intervención de los personajes en un diálogo (frecuentemente se suele utilizar de forma errónea el guion). Pero también echamos mano de ella para enmarcar los comentarios de un narrador en mitad de las intervenciones de los personajes. En este caso podemos prescindir de la raya de cierre si el comentario aparece al final de la intervención, pero cuando aparece de forma intercalada en medio del parlamento de un personaje debemos poner tanto la raya de apertura como la de cierre.
Quizás lo más intrincado en este uso de la raya es la concurrencia con otros signos de puntuación, como, por ejemplo, el punto, y cuándo debemos comenzar la aclaración o precisión del narrador con mayúscula o minúscula. Pues bien, siempre que el comentario del narrador vaya introducido por lo que se conoce como un verbo de lengua (decir, explicar, comentar, contestar, expresar,…) debemos introducir las palabras del narrador en minúscula. Y esto es así incluso aunque el comentario venga precedido del signo de cierre interrogativo o exclamativo, o por puntos suspensivos.
—¿Crees que el paquete llegará mañana?  —preguntó Ana.
En el caso de que el comentario del narrador aparezca al final de una oración que debería terminar con una coma, un punto y coma, o un punto, estos han ponerse tras la raya de cierre. Quizás con un ejemplo podamos entenderlo mejor:
—No sé qué decirte —contestó Juan—. Ya sabes que siempre tardan más de la cuenta.
—No creo —dijo Juan—, suelen tardar bastante en llegar.
Si, por el contrario, el comentario del narrador no va introducido por un verbo de lengua y el enunciado que le precede es un enunciado completo, de tal forma que termina en un punto, en puntos suspensivos o con el signo de cierre de exclamación o interrogación, el comentario del narrador ha de comenzar en mayúscula. Mientras que si se intercala en mitad de un enunciado, aun no llevando un verbo de lengua, debe empezar en minúscula. De nuevo pondré un par de ejemplos para aclarar la explicación:
—No vendrá. Sus ojos mostraban su furia—. Hazte a la idea de que nunca volverá.
—¡Hazte a la idea de que —sus ojos mostraban su ira— no volverá!


Y con esto terminamos con la raya que aunque tiene otros usos no son tan necesarios a la hora de escribir una novela o relato. 

3 comentarios:

  1. Hola, siempre os leo, me alegro mucho de que hayáis tomado la iniciativa en esto y expliquéis todas estas cosas que en realidad son muy útiles para mucha gente. Tengo una duda sobre la raya, al principio de un diálogo se pone la raya y se deja un espacio para poner a continuación lo que dice el personaje o cuando es que necesita llevar un espacio? Muchas gracias.
    Un saludo,
    Cristina

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Ciristina. Me tomo la libertad de responderte (aunque Sedna es la verdadera experta en esto) porque en mi blog expliqué justo esto que preguntas. Tras el inicio del diálogo no se debe dejar espacio entre la raya y la primera palabra, pero sí al finalizar si los signos de puntuación lo requieren.

      Echa un ojo al enlace http://veritasalterea.blogspot.com.es/2013/09/el-guion-largo-y-los-signos-de.html y si aún así sigues teniendo dudas, vuelve por aquí ;)

      Eliminar