marzo 05, 2014

LOS ENTRESIJOS DE LA PUNTUACIÓN: LA RAYA EN LOS INCISOS

                                                                   

Uno de los aspectos que creo que causan más dudas en las y los escritores y correctores son los signos de puntuación. La coma, el punto y coma, el punto, los puntos suspensivos, el guion, la raya, los paréntesis, los corchetes, las exclamaciones, las interrogaciones y otros muchos signos más tienen sus propias reglas de utilización, sobre todo en lo que se refiere a la concurrencia de un signo de puntuación con otro. Por esta razón, considero que este es el sitio adecuado para ir, poco a poco, explicando las reglas de cada uno de los signos.
Hoy comenzaremos con la raya (), que no debe confundirse nunca ni con el guion (-) ni con el guion bajo (_). Lo primero que debemos saber de la raya es que puede aparecer como signo simple o como signo doble. Un signo doble es aquel que tiene un signo de apertura y otro de cierre, como ocurre con las exclamaciones y las interrogaciones en español. Mientras que un signo simple solo aparece una vez, por ejemplo, el punto. En este caso, cuando actúa como signo doble nos sirve para introducir una información complementaria, o, lo que es lo mismo, un discurso secundario dentro de nuestro discurso principal. Por lo tanto, es un enunciado independiente, autónomo, lo que significa que puede tener puntuación propia.


Esto es lo que ocurre cuando utilizamos la raya para introducir incisos, que en muchos otros casos aparecen delimitados por comas o paréntesis. Sin embargo, cuando hacemos uso de uno u otro expresamos un grado de aislamiento con respecto al discurso principal diferente. Dicho así, parece mucho más complicado de lo que es, entre otras cosas, porque, en realidad, la intuición del escritor o la escritora, o del corrector en última instancia, juega aquí un papel fundamental. De todas formas, debo aclarar que el paréntesis es el signo que, en este caso concreto, representa el mayor aislamiento, y después tendríamos la raya, que simboliza un aislamiento menor que el paréntesis, pero mayor que la coma.

Siempre había pensado que la tenacidad —virtud que ella misma poseía— era una cualidad indispensable para alcanzar el éxito.
La raya de cierre en los incisos no se debe suprimir en ningún caso, ni tan siquiera aunque tras ella aparezca un punto o algún otro signo de puntuación, o aunque el inciso se encuentre al final de un enunciado. En este sentido, un error muy común son las puntuaciones redundantes, en las que antes de la raya de apertura y tras la de cierre aparece una coma, por ejemplo. Esto es incorrecto ya que, como he explicado, ambos signos expresan lo mismo, así pues, debemos utilizar o uno u otro, pero nunca ambos.
Siempre había admirado su tenacidad —virtud que valoraba por encima de las demás—.
En el caso de que queramos introducir un inciso dentro de otro inciso las reglas ortográficas nos dicen que si el primer inciso está introducido por paréntesis debemos utilizar la raya para el segundo inciso, mientras que si queremos precisar algún otro dato en un inciso delimitado por rayas debemos usar los paréntesis

Para escribir su novela se había documentado mucho (la lista de libros y artículos que había leído hasta entonces —incluso en otros idiomas— era muy extensa).
Para escribir su novela se había documentado mucho —la lista de libros que había leído hasta entonces sobre la Guerra Civil Española (1936-1939) es muy extensa—.

Aquí terminamos por hoy y dejamos pendiente para la próxima entrada de corrección más usos de la raya, ya que, como he explicado al comienzo del escrito, todo esto es mejor que lo vayamos viendo poco a poco…

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